Informativo:"ECOS DE COLOYA"

LERIDA NO PUEDO ASPIRA A LOS RECURSOS DEL MINISTERIO DE CULTURA

El ministerio de La Cultura de Colombia, anualmente distribuye miles de millones pesos ,entre los municipios, los departamentos y las organizaciones no gubernamentales que trabajan por la cultura.

La casa de la Cultura de Lérida es la llamada a presentar proyectos para aspirar a los recursos del Programa de Concertación, que anualmente hace la convocatoria, pero no lo hace.

Es cierto que se debe pensar en los niños, en los semilleros, en las escuelas de formación, pero también se debe dejar de ser coyuntural y pasar a ser estructural.

Hay que sentar las bases de identidad cultural que le den arraigo a la población con su territorio y sus ancestros, “Los Panches”.

No ha existido en Lérida el dirigente cultural, audaz, capaz de diligenciar este tipo de formatos que le permita a Lérida arañar un peso para  defender lo cultural.

Lérida adolece de un monumento artístico en bronce, sobre la carretera Nacional, de  Amselma Leyton, (Heroína de la independencia fusilada en Lérida el 17 de enero de 1.817), para que propios y extraños identifiquen la obra. con Lérida

Lérida está en mora de declarar patrimonio histórico y cultural, a las ruinas de Coloya, que tienen recuerdos de hace 322 años,  cuando fue reportada la aparición de la Virgen sobre un árbol de Totumo, el 2 de febrero de 1.691 en las horas de la tarde.

Lérida debe rescatar el Puente Colonial construido por el Ingeniero Español Juan Domínguez, el cual formaba del camino real empedrado, que conducía al camino del Ruiz, que unía a Santafé de Bogotá con Manizales, pasando por Coloya.

Lérida debería rescatar y resaltar y el encuentro de dos comunidades que su funden en una sola. Una que habitó el territorio por siglos como fue Lérida y otra, nueva, aporreada por la tragedia de Armero, que debieron caminar juntas, casi que a la fuerza, pero arrastrando cada una sus secuelas.

Lérida debería levantar en el Patio de Bandera del Polideportivo, un obelisco en memoria de todos los Leridenses inmolados por el terror del paramilitarismo que tuvo asiento en Alto del Sol, dejando un reguero de fosas comunes y una escuela de manejo de motosierra.

El concejo Municipal, no se debe dormir, debe hacer control político a estas responsabilidades